Hay muchos recuerdos. Están
los que te sacan una sonrisa siempre pero a la vez te hacen pensar en por qué
no todo es como ‘en ese entonces’? y te dejan un sabor a tristeza, nostalgia.
Están los que te hacen sonreír de oreja a oreja y sentir que sos feliz, como en
el momento ese. Están los que te duelen, te duelen en el alma. Esos que no te
dejan dormir, o que te hacen tener ganas de dormir y no despertarte más, esos
que te hacen querer irte a otro lado, lejos, no importa donde, esos que te
hacen querer encerrarte y no salir más, esos que te hacen querer salir corriendo
y gritar, gritar mucho. Esos que te hacen querer estar solo, o esos que te
hacen tenerle fobia a la soledad.
Suelo pensar que los recuerdos los manejo y manipulo yo. Si quiero que un recuerdo ‘no este más en mi cabeza’ simplemente, me olvido de eso… Pero a menudo me doy cuenta de que no es tan así, cuesta mucho olvidar. Olvidarte de lo bueno, de lo malo, olvidarte de las cosas que de verdad son importantes, al menos para vos. Cuesta mucho olvidar y ‘hacer como si nada’.
Suelo pensar que los recuerdos los manejo y manipulo yo. Si quiero que un recuerdo ‘no este más en mi cabeza’ simplemente, me olvido de eso… Pero a menudo me doy cuenta de que no es tan así, cuesta mucho olvidar. Olvidarte de lo bueno, de lo malo, olvidarte de las cosas que de verdad son importantes, al menos para vos. Cuesta mucho olvidar y ‘hacer como si nada’.
Decir ‘ya fue’ ufff, a más de uno no le
sale. A mi si, pero mientras digo ‘ya fue’ en mis ojos, en mi cabeza, pasan
millones de recuerdos de esos que duelen mucho, como una película… Y mientras
digo que todo ya fue, me hago mierda por dentro. Pero igual me gusta recordar,
desde el recuerdo más tierno hasta el más triste, me gusta saber que tengo ‘películas’
listas para ver las 24 horas del día, ‘películas’ con fragmentos de mi vida,
momentos importantes, que no voy a olvidar nunca, que son experiencia.