miércoles, 7 de diciembre de 2011



Mejor que despertarse los sábados a la hora de comer. Mejor que pasarse un domingo de invierno entero en el sofá viendo una película detrás de otra. Mejor que un sábado con tus amigos. Mejor que gastarte todos tus ahorros comprándote ropa. Mejor que reírse hasta llorar, mejor que dormir un día entero. Más lindo que un atardecer en el mar. Así, así de impresionante es tu sonrisa.