domingo, 8 de enero de 2012

Pero a veces las palabras sobran. A veces la palabra justa es aquella que se calla, a veces las palabras se escuchan sin que sean dichas. Hay palabras que curan y otras que matan, a veces callamos para evitar más dolor y en ese silencio aparecen las palabras que tanto necesitamos. Un silencio, una palabra sencilla o un monologo irritante, todo habla, todo dice. Pero a veces no alcanzan ni los silencios ni las palabras, hay que ir más allá, pasar de la palabra al acto y hacer que deje de ser puro "blabla"