Me encantaba estar en Gesell por el simple hecho de que allá no me conocía nadie; tampoco tan así, después de unos
días ya conocía varias personas pero podía hacer lo que se me cantaba
que nadie iba a opinar nada de mi, porque NO me conocían. Me encantaba estar en Gesell porque salía a bailar todos los
días y estaba siempre en pedo y era completamente feliz (por más de que en pedo me puse a llorar varias veces).
Me encantaba estar en Gesell porque estaba lejos
de los problemas... O lejos de la Guadalupe que se crea problemas.