Uno puede llegar a esconder cosas inconmensurables en el fondo de su ser, creyendo que tenemos lugar de sobra, que podemos callarnos y soportar, que soportamos tragarnos el dolor y taparnos la herida. Creemos que los demás no lo pueden ver, no pueden ver ese dolor a través de la sonrisa. Creemos que nos asemejamos a Sherlock Holmes, creemos que somos expertos escondiendo nuestros propios dolores. Hasta que no soportamos más y explotamos. No entiendo por qué hacemos eso, no entiendo por qué llegamos a sonreír cuando estamos a punto de localizar una bomba adentro nuestro. Sonreímos y nos duele sonreír, nos duele mentir de esa manera. Quizás escondemos nuestros sentimientos para no salir más lastimados.